La palabra Yoga, en sánscrito, significa unión. El Yoga es una tradición espiritual que se originó en lo que hoy es la India hace más de 5.000 años, como una ciencia de la vida para conservar la salud física, lograr la ecuanimidad mental y emocional y responder a preguntas filosóficas universales como la verdad sobre la existencia y el universo, el origen del sufrimiento y la manera de alcanzar la felicidad como un estado interior. Durante siglos se ha implementado como un sistema para la transformación, el crecimiento personal y el autoconocimiento.
Llamamos “Yoga” a las prácticas, entre las que se encuentran posturas (asana), respiración (pranayama), relajación (shavasana), concentración (dharana), meditación (dhyana), técnicas de purificación (satkriya), gestos (mudras), canto védico (kirtan), mantras, etc. Todo ello para obtener una salud integral, equilibrio psíquico y emocional, relajación, armonía, serenidad, autocontrol y autoconsciencia para llegar al autoconocimiento y de éste a la autorrealización o realización espiritual, estado al que también se le llama Yoga.
El Yoga está al alcance de todos y es asequible a todas las necesidades de nuestra sociedad, no hay limitaciones para nadie, el Yoga es adaptable a las necesidades físicas y a la edad de cada una de las personas que lo quieran practicar. Tenemos que erradicar la visión errónea que existe sobre la práctica del Yoga de que solo está al alcance de algunos, teniendo presente que un elemento muy importante para lograr algo es la motivación y que el verdadero protagonista de la enseñanza es el alumno que se acerca al Yoga sinceramente, con verdaderas ganas de aprender.
Gracias a las técnicas de meditación conseguiremos ver disminuidos los niveles de ansiedad y estrés
Su realización de forma progresiva ayuda a reforzar los huesos así como potenciar la flexibilidad de articulaciones
Gracias al Yoga conseguiremos un equilibrio emocional y psíquico que nos permitirá estar en armonía
Con su práctica conseguiremos paliar dolores de cuello, artritis, lumbalgia y otras patologías musculares
Nuestras clases de yoga siguen una metodología organizada y precisa para obtener los efectos deseados al final de cada sesión.
Estos efectos son acumulativos, esa es la razón por la que animo a los alumnos a desarrollar constancia y continuidad a la hora de asistir a las clases, para que ellos mismos puedan comprobar todos los beneficios que el yoga aporta a sus vidas, eso hace que valoren que la práctica no sea algo esporádico, sino algo que beneficia a su bienestar integral y por lo tanto merece la pena dedicarle el tiempo necesario, es una inversión en salud, armonía, serenidad y plenitud.
Las clases de Yoga están perfectamente estructuradas en sesiones de una hora y media a las que el alumno puede incorporarse en cualquier momento. Para facilitar la continuidad y la constancia, dos factores imprescindibles en el Yoga para notar la progresión en la práctica y sus innumerables efectos, permitimos a los alumnos recuperar las clases a las que no pueden asistir, ya que como mínimo se recomienda acudir dos veces por semana.
Además, en el Centro de Yoga Shakti te ofrecemos la posibilidad de recibir una atención personalizada en tu práctica de yoga. Escríbenos si estás interesado y te informamos más acerca de las sesiones individuales
Las clases comienzan con una toma de consciencia que sirve para desconectar de lo que se queda fuera de la clase. Seguidamente continuamos con el bloque que llamamos preparación respiratoria. El aprender a respirar de la forma correcta te hará sentir más vital y saludable, calmado y preparado para afrontar situaciones estresantes.
A continuación nos dedicamos al acondicionamiento psicofísico, consistente en una serie de ejercicios (karana) destinados a movilizar y preparar la columna vertebral y por añadadidura también las demás articulaciones. Tras una breve relajación, nos introducimos en el bloque de asana (posturas). Un asana es una configuración que adoptamos con el cuerpo con la finalidad de actuar sobre el mismo y sobre la mente. Para que la sesión de asana sea efectiva debe estar perfectamente ordenada y estructurada según su finalidad.
En la parte final de la sesión tenemos varias opciones: practicar alguna técnica de relajación. Realizar pranayama, técnicas basadas en la respiración que facilitan un estado de interiorización . Hacer alguna técnica de concentración o meditación que nos permitan disciplinar la mente con el fin de expandirla y trascenderla.
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